La búsqueda de la sostenibilidad se impone y las industrias están replanteándose sus estrategias para reducir el impacto ambiental de sus actividades y promover la transición hacia fuentes de energía renovable.
En este contexto, el biogás se perfila como una alternativa energética clave, especialmente para sectores intensivos en consumo energético como la industria química.
Su producción a partir de residuos orgánicos, mediante procesos biológicos, representa una solución renovable y una oportunidad para integrar la economía circular en las operaciones industriales.
En el caso de la industria química, responsable de fabricar productos esenciales para la sociedad, enfrenta el desafío de reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) sin comprometer la eficiencia de sus procesos.
El biogás puede resultar una solución energética sostenible para este sector, permitiendo su transición hacia un modelo más sostenible.
La industria química y su impacto ambiental
La industria química es una de las más relevantes a nivel global, ya que suministra materiales esenciales para numerosos sectores, desde la farmacéutica hasta la fabricación de plásticos y productos químicos especializados. Sin embargo, este sector también tiene un impacto ambiental significativo.
Además de ser una fuente considerable de emisiones de gases de efecto invernadero (GEI), la industria química contribuye a la contaminación del aire con compuestos orgánicos volátiles (COV), que afectan la calidad del aire y contribuyen a la formación de ozono troposférico.
En Europa, las emisiones de COV provenientes de la producción de productos químicos orgánicos y otros compuestos se estiman en alrededor de 40.000 toneladas anuales. Estas emisiones representan un desafío ambiental significativo, que la Unión Europea busca abordar mediante la implementación de normativas más estrictas.
En línea con el Pacto Verde Europeo, se han introducido regulaciones que establecen límites vinculantes para 34 contaminantes atmosféricos clave, incluidos los COV, y refuerzan los controles sobre sustancias consideradas cancerígenas o tóxicas.
Además, se promueve el uso de sistemas de gestión más eficientes para prevenir y reducir emisiones difusas, como las fugas de equipos.
La aplicación de estas normativas forma parte de la estrategia de la UE hacia el objetivo de «Contaminación Cero».
Este enfoque busca no sólo proteger la salud humana y los ecosistemas, sino también incentivar la adopción de tecnologías más limpias y eficientes en el sector químico.
La adopción de estas medidas refuerza la necesidad de buscar fuentes energéticas más sostenibles y menos contaminantes, como el biogás, que se presenta como una alternativa viable para reducir la dependencia de combustibles fósiles y disminuir las emisiones asociadas a los procesos industriales.
En este contexto, el biogás no sólo tiene el potencial de sustituir fuentes de energía tradicionales, sino también de integrarse en un modelo de economía circular, ayudando a las empresas químicas a cumplir con las nuevas exigencias regulatorias y al mismo tiempo a reducir su impacto ambiental.
El biogás como solución energética sostenible aplicable en la industria química
El biogás representa una solución energética versátil y sostenible que puede transformar significativamente el funcionamiento de la industria química.
Este recurso renovable se obtiene mediante la digestión anaeróbica de residuos orgánicos, dando lugar a un gas compuesto principalmente por metano y dióxido de carbono.
Además de su capacidad para generar energía limpia, el biogás contribuye a la economía circular al valorizar residuos que, de otro modo, serían gestionados de manera menos sostenible.
En el ámbito de la industria química, el biogás tiene aplicaciones concretas que destacan por su impacto positivo:
Producción de energía térmica y eléctrica
Los procesos químicos requieren grandes cantidades de energía térmica y eléctrica, las cuales pueden ser suministradas mediante la combustión directa del biogás.
Este recurso permite a las plantas químicas reducir su dependencia del gas natural y otros combustibles fósiles, disminuyendo así las emisiones de gases de efecto invernadero.
La energía generada puede alimentar calderas, turbinas o incluso motores de cogeneración para maximizar la eficiencia energética.
Producción de biometano como alternativa al gas natural
El biogás puede purificarse para obtener biometano, un gas renovable de alta pureza que es funcionalmente equivalente al gas natural.
Este biometano puede ser utilizado directamente en procesos químicos que requieren gas de calidad uniforme o como materia prima en la producción de productos químicos más sostenibles.
Además, su compatibilidad con las infraestructuras existentes de transporte y almacenamiento de gas lo convierte en una opción práctica y escalable para la industria.
Sustitución de materias primas fósiles
El biogás puede emplearse como materia prima renovable en la fabricación de ciertos productos químicos, como plásticos, solventes y combustibles sintéticos, reduciendo así la dependencia de recursos fósiles y las emisiones asociadas a su extracción y procesamiento. Esta es una aplicación menos explorada, pero también con potencial.
Integración en un modelo de economía circular
La producción de biogás permite cerrar el ciclo de los residuos orgánicos generados por la propia industria química o por sectores relacionados. Por ejemplo, los lodos de depuradora o subproductos biodegradables del procesamiento químico pueden convertirse en materia prima para la generación de biogás, mientras que el digestato resultante del proceso puede usarse como fertilizante en la agricultura.
Este enfoque reduce significativamente la cantidad de residuos enviados a vertederos y mejora la sostenibilidad global de la cadena de valor.
Descarbonización de procesos industriales
Al emplear el biogás como fuente primaria de energía, las empresas químicas pueden reducir su huella de carbono y alinearse con los objetivos climáticos establecidos por la Unión Europea, como el Pacto Verde Europeo y el objetivo de neutralidad climática para 2050.
Este cambio no sólo refuerza el compromiso ambiental del sector, sino que también mejora su competitividad al minimizar los costes asociados a las emisiones de carbono y a la gestión de residuos.
A medida que la legislación ambiental se endurece, el biogás ofrece una solución flexible y efectiva para que la industria química no sólo cumpla con las normativas actuales, sino que también adopte un enfoque más sostenible en sus operaciones.
Desde el aprovechamiento de residuos hasta la generación de energía renovable, el biogás demuestra ser una herramienta esencial para una transformación industrial responsable. Sin embargo, su adopción generalizada requiere superar retos relacionados con la infraestructura, los costes iniciales y la integración tecnológica, lo que demanda una colaboración activa entre empresas, gobiernos y el sector energético.
En definitiva, el biogás no es sólo una alternativa energética para la industria química, sino una oportunidad para avanzar hacia un futuro más sostenible y circular. Con su implementación, el sector avanza en su transición hacia la sostenibilidad y, también, contribuye significativamente a los objetivos globales de reducción de emisiones y protección ambiental.
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